A medida que el mundo digital sigue evolucionando, también lo hacen las ciberamenazas. Los exploits de día cero son cada vez más comunes y graves, y adelantarse a ellos es, como mínimo, un reto.

Pero a pesar de los rápidos cambios en el ámbito cibernético en los últimos años, hay una tecnología probada y verdadera que sigue siendo fundamental para proteger los activos digitales de una organización de los ataques maliciosos: el humilde cortafuegos.

Un cortafuegos es un sistema de seguridad de red que supervisa y controla el tráfico de red entrante y saliente basándose en un conjunto de reglas de seguridad predeterminadas. Suele establecer una barrera entre una red interna de confianza y una red externa no fiable, como Internet.

Los cortafuegos tradicionales de primera generación, también conocidos como filtros de paquetes, controlaban el acceso a la red supervisando los paquetes salientes y entrantes y permitiéndoles el paso o la detención en función de las direcciones, protocolos y puertos del Protocolo de Internet (IP) de origen y destino. Los cortafuegos de segunda generación se basaron en sus predecesores de primera generación al intentar aumentar el nivel de seguridad entre las redes de confianza y las que no lo son a través de servicios proxy, una interfaz entre el usuario de la red interna de confianza e Internet.

La última generación de cortafuegos -a menudo denominados cortafuegos de nueva generación (NGFW)- son soluciones de seguridad de red basadas en hardware o software que pueden detectar y bloquear ataques sofisticados más allá de las tecnologías tradicionales de cortafuegos. Realizan inspecciones más profundas, comprobando las cargas útiles de los paquetes y cotejando las firmas en busca de actividades dañinas, como ataques explotables y malware. Los NGFW también ofrecen a los administradores un mayor conocimiento y control de las aplicaciones individuales. La mayoría son modulares, lo que significa que los usuarios pueden optar por adquirir y activar funciones acordes con sus necesidades y riesgos específicos.

Independientemente del tipo de cortafuegos que utilice o considere, tal vez lo más importante que debe sopesar es si el producto cumple con los requisitos de seguridad específicos de su organización, así como si se adapta bien a su entorno de TI. Y recuerde que, mientras las ciberamenazas siguen evolucionando, los cortafuegos siguen siendo un activo integral en su línea de ciberdefensa.

La oferta de servicios NGFW basada en la nube de FirstWave combina el conocimiento de las aplicaciones, la inspección profunda de paquetes y la prevención avanzada de amenazas para ofrecer a las empresas un mejor control de las aplicaciones para sus despliegues en la nube, al tiempo que detecta y bloquea las amenazas maliciosas. También disponible como solución gestionada de alta disponibilidad, esta oferta puede personalizarse para satisfacer las necesidades específicas de las empresas de alto nivel. Más información.

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