¿Qué es?

Si gestionas una red, te interesará el percentil 95 y lo que significa para el uso de la red y los posibles picos en tu tubería de red. Es un buen número para planificar el uso de la red.

En términos generales, el percentil 95 le indica que el 95% de las veces su uso de la red estará por debajo de una cantidad determinada. Puedes utilizar esta cifra para calcular la facturación de la red por el uso medido.

¿Qué información hay que recoger?

Para realizar un cálculo del percentil 95, debe saber tres cosas

  1. El número del percentil. El percentil 95 básicamente dice que el 95% del tiempo tu uso está por debajo de este número, y el otro 5% del tiempo lo supera.
  2. Puntos de datos. Son los datos que has recopilado. En el caso del uso de la red, se basarían en el uso de la red durante un periodo determinado, quizá un día, una semana o un mes. Los datos se recogen regularmente y luego se cotejan. Cuantos más puntos de datos utilice, más seguro estará del cálculo final del percentil 95.
  3. Tamaño del conjunto de datos. Es el rango de valores de los puntos de datos que ha recogido durante un periodo de tiempo. Estadísticamente, cuanto mayor sea el tamaño del conjunto de datos, más fiable será el cálculo.

¿Cómo se calcula?

Una vez que tengas todos los puntos de datos, es bastante fácil calcular el percentil 95.

He aquí un ejemplo que puede ayudar a explicarlo mejor:

Los puntos de datos que se han recogido para el uso de la red son 3, 2, 5, 1, 4.

El número total de entradas K = 5.

Para calcular el percentil 95, multiplique el número de entradas (K) por 0,95:

0,95 x 5 = 4,75 (llamemos a este resultado N).

Ahora ordena los puntos de datos en orden ascendente.

La lista será ahora 1, 2, 3, 4, 5.

Al eliminar todos los valores superiores a 4,75 (el 5% más alto de los datos), se puede ver que el siguiente valor más alto que queda es el percentil 95, que en este caso es 4.

Esto significa que se espera que el 95% de todas las mediciones de datos sean iguales o inferiores a 4.

¿Por qué utilizarlo?

La razón por la que la medida estándar del percentil 95 es tan útil para medir el rendimiento de los datos y el uso de la red es que proporciona una imagen muy precisa de cuánto cuesta. Al conocer el valor más alto del percentil 95 de su red, es fácil identificar los picos de uso. Si factura a sus clientes por el uso de la red, es habitual basarse en el percentil 95 para la facturación.

Por ejemplo, si tiene un periodo de facturación mensual (y ha utilizado puntos de datos recogidos de un ciclo de uso mensual), el percentil 95 permite a un cliente tener una breve ráfaga de tráfico (36 horas o menos en este caso) sin que se le cobre por exceso de uso. Es lo que se conoce como facturación por ráfagas.

Facturación de facturas

La facturación por ráfagas es un método de facturación utilizado por los proveedores de servicios de computación en nube en el que se cobra a los clientes por un nivel mínimo garantizado de recursos (como CPU, RAM o ancho de banda) con la opción de "ráfagas" más allá de ese nivel cuando sea necesario.

El Bursting permite a los clientes utilizar recursos adicionales más allá de su mínimo garantizado sin incurrir en cargos adicionales hasta alcanzar un determinado límite. Esta medida de gestión puede ser especialmente útil para empresas con patrones de uso de recursos fluctuantes.

Además, el bursting es una solución rentable para los proveedores de servicios de computación en nube, ya que permite a los clientes pagar por un nivel mínimo de recursos y sólo pagar por recursos adicionales cuando los necesiten. Este enfoque proporciona flexibilidad a las empresas y puede ayudarlas a gestionar sus presupuestos de TI de forma más eficaz evitando gastos inesperados.

El Bursting permite a los clientes ampliar o reducir fácilmente sus recursos según sus necesidades sin preocuparse por las implicaciones económicas, lo que lo convierte en una opción atractiva para las empresas con cargas de trabajo variables.

Medición del ancho de banda de la red

Aunque la medición del percentil 95 del ancho de banda es un componente fundamental de la planificación de la capacidad, no es lo único que hay que tener en cuenta. Al proyectar el consumo de ancho de banda, es esencial comprender los objetivos de rendimiento de su red, que pueden verse influidos por el rendimiento, los requisitos y los presupuestos existentes. Aunque pueda parecer sencillo, cada red es única y requiere un enfoque diferente. Sin embargo, algunas consideraciones fundamentales pueden ser útiles en la mayoría de los casos.

He aquí siete factores clave que hay que tener en cuenta a la hora de planificar el ancho de banda de la red:

1. Diseño físico de la red

A la hora de planificar el ancho de banda de la red, es crucial tener en cuenta el diseño físico de la misma. Esto implica conocer la infraestructura física, la disposición y la ubicación de dispositivos como conmutadores, enrutadores y servidores, que pueden visualizarse con un mapa de la red y un inventario de dispositivos. Identificar los posibles cuellos de botella, priorizar las actualizaciones o sustituciones y optimizar la ubicación de los dispositivos puede mejorar la capacidad de la red y reducir la latencia.

2. Diseño lógico de la red

Para planificar el ancho de banda de la red, hay que tener en cuenta el diseño físico y lógico de la red para optimizar los flujos de tráfico e identificar posibles cuellos de botella. Analizar el flujo lógico de datos mediante herramientas de análisis de tráfico ayuda a identificar los dispositivos, protocolos y aplicaciones que más tráfico generan, y redirigir el tráfico de los enlaces sobreutilizados a los infrautilizados puede mejorar el rendimiento de la red.

3. Rendimiento actual de la red

La medición del ancho de banda es fundamental para planificar la capacidad de la red, y el percentil 95 es una métrica importante a tener en cuenta. Ayuda a identificar los picos de uso midiendo la cantidad justa de ancho de banda utilizada durante el 5% más alto de los intervalos de tráfico. Las métricas de referencia, como la latencia, la fluctuación de fase, los errores de paquetes y la pérdida de paquetes, también son cruciales para proyectar la utilización futura del ancho de banda e identificar la congestión. Una latencia y una fluctuación de fase elevadas pueden afectar a las aplicaciones en tiempo real, mientras que los errores y la pérdida de paquetes indican problemas en la red que deben resolverse actualizando el hardware, redirigiendo los flujos de tráfico o aplicando políticas de calidad de servicio.

4. Tipos de tráfico de red

No todo el tráfico de red es igual, y comprender los distintos tipos de tráfico de su red es esencial para una planificación eficaz de la capacidad. Analizando los tipos de tráfico y sus respectivos niveles de importancia, puede priorizar sus esfuerzos hacia la optimización de la red para el tráfico más crítico. Por ejemplo, si su red tiene mucho tráfico VoIP, es importante garantizar una baja latencia y una pérdida mínima de paquetes para evitar caídas de llamadas o una mala calidad de las mismas. Por otro lado, si el tráfico de correo electrónico domina su red, garantizar un gran ancho de banda y una baja latencia puede ser menos crítico. Por tanto, si conoce en detalle los tipos de tráfico de su red, podrá optimizar sus recursos y esfuerzos hacia las áreas más importantes.

5. SLA y requisitos de rendimiento

Los acuerdos de nivel de servicio (SLA) son fundamentales para garantizar que su red satisface las necesidades de sus usuarios finales o clientes. Al planificar la capacidad de la red, es esencial cuantificar los SLA y otros requisitos de rendimiento para garantizar que la red pueda soportar los niveles de rendimiento necesarios. Si conoce claramente estos requisitos, podrá diseñar la red para satisfacer las necesidades específicas de sus usuarios y clientes.

Incluso si no tiene SLA predefinidos con partes externas, sigue siendo importante establecer unos requisitos mínimos para garantizar que se satisfacen las necesidades de su organización. Estos requisitos mínimos pueden servir como referencia para el rendimiento de la red y ayudar a garantizar que todas las partes interesadas estén de acuerdo cuando surjan problemas. Por ejemplo, puede establecer requisitos mínimos de ancho de banda y latencia para garantizar que su red puede soportar aplicaciones críticas sin degradación del rendimiento. En general, establecer unos requisitos de rendimiento claros es esencial para una planificación eficaz de la capacidad y para garantizar que la red satisface las necesidades de la organización.

6. Reducir los dolores de los usuarios para aumentar la productividad

Al planificar el ancho de banda de la red, es importante tener en cuenta la experiencia de los usuarios finales. Al fin y al cabo, el objetivo de la red es facilitar su productividad. Identificar y resolver los principales puntos conflictivos es fundamental para garantizar que los usuarios puedan realizar sus tareas con eficacia. Por ejemplo, si las teleconferencias experimentan problemas de conectividad con regularidad, esto podría suponer un gran inconveniente para los usuarios. Identificar la causa del problema, como la programación de las copias de seguridad del servidor, puede ayudar a resolverlo y aumentar la productividad sin necesidad de realizar cambios en el hardware.

7. Crecimiento previsto

Es crucial tener en cuenta el crecimiento previsto o los cambios en la utilización de la red a lo largo del tiempo. Esta estimación debe incluir factores como la incorporación de nuevos usuarios o dispositivos, cambios en los patrones de tráfico de la red y nuevas aplicaciones o servicios que requerirán recursos de red. Al tener en cuenta el crecimiento previsto, puede asegurarse de que su red tendrá capacidad suficiente para satisfacer las necesidades futuras y evitar posibles cuellos de botella o problemas de rendimiento. Es importante incluir un colchón para este crecimiento en las fases de planificación para tener en cuenta cualquier cambio inesperado o aumento del uso de la red.

Si tiene en cuenta estos factores, podrá planificar mejor las necesidades de ancho de banda de su red, lo que le permitirá optimizar el rendimiento de la red, la productividad y la experiencia del usuario final.

Conclusión

El percentil 95 es una métrica importante para medir el uso de la red y planificar su capacidad. Se utiliza para calcular la facturación de la red para el uso medido y permite la facturación por ráfagas, que es útil para empresas con patrones de uso de recursos fluctuantes. Comprender la medición del ancho de banda de la red es crucial para la planificación de la capacidad, y tener en cuenta factores como el diseño físico y lógico de la red, el rendimiento actual de la red y las proyecciones de crecimiento futuro puede ayudar a optimizar el rendimiento de la red y reducir la latencia. El percentil 95 proporciona una imagen precisa del uso de la red y ayuda a identificar los picos de uso, por lo que es un componente crítico de la planificación de la capacidad de la red.